Introducción

Vivimos en un mundo tecnológico. Nuestro trabajo, entretenimiento, salud, transporte, educación, economía y comunicación dependen y se ven enriquecidos por la tecnología. Sin embargo, somos muy pocos –y aún menos mujeres– quienes creamos tecnología y la utilizamos como herramienta para resolver problemas.

Durante más de 25 años he investigado en cómo modelar el comportamiento humano usando técnicas de Inteligencia Artificial (IA). He trabajado con habitaciones, ropas, coches y móviles inteligentes. He inventado sistemas capaces de reconocer comportamientos o características humanas, como expresiones faciales 1, actividades 2, interacciones 3, maniobras de la conducción 4, la apnea del sueño 5, el riesgo crediticio 6, los puntos calientes de crimen en las ciudades 7 o incluso el aburrimiento 8. He construido sistemas interactivos e inteligentes en ordenadores y teléfonos móviles 9 10. He sentido en primera persona la felicidad profunda que te invade cuando lo que no era más que una idea –a veces incluso un tanto alocada– se convierte en una realidad que puede ayudar a millones de personas.

He sido arte y parte, testigo y partícipe, del progreso tecnológico, de la presencia cada vez más relevante y ubicua de la tecnología en nuestras vidas, de la dependencia que hemos desarrollado hacia ella.

La inspiración y el motor de mi trabajo han sido, durante toda mi carrera, preguntas con una clara aplicación social. La persona, en sentido individual y colectivo, ha sido y es el elemento central en todos mis proyectos: tecnología dotada de inteligencia por y para la sociedad, tecnología capaz de entendernos como paso previo a ayudarnos. Sin embargo, el impacto que esa misma tecnología está teniendo ahora, ya, en nuestras vidas no siempre es positivo, y por eso siento preocupación. Me pregunto si no nos encontramos ante una crisis social de base tecnológica.

Al mismo tiempo, no tiene sentido aspirar a frenar el desarrollo tecnológico: explorar lo desconocido y empujar el estado del arte forma parte de la esencia del ser humano. Además, necesitamos la tecnología para sobrevivir como especie, superando retos tan inmensos como el cambio climático, la sostenibilidad del planeta, el envejecimiento de la población y la prevalencia cada vez mayor de las enfermedades crónicas.

La Inteligencia Artificial (IA) está abandonando velozmente la esfera de la ciencia ficción. Los sistemas enriquecidos con IA forman hoy parte de nuestra vida cotidiana, y tendrán un papel mucho más relevante en el futuro. El potencial de la IA para transformar a fondo la sociedad, en prácticamente todos los ámbitos, es inmenso. Pero corremos el riesgo de que un porcentaje muy elevado de la ciudadanía quede al margen de esta transformación. Es más, la metamorfosis no será necesariamente positiva para el conjunto de la sociedad si no trabajamos activamente para que así sea, exigiendo que los avances contribuyan de verdad al progreso, a la igualdad, a la prosperidad… A un mundo mejor para todos, no solo para unos pocos.

Por ello este primer libro de la colección Pensamiento para la Sociedad Digital está centrado en la Inteligencia Artificial, haciendo un breve recorrido por su historia, describiendo su impacto actual y planteando los retos que presenta desde diferentes perspectivas. Las últimas páginas esbozan mi visión del futuro. Una visión que no puede ser sino esperanzadora.

Referencias

  1. N. Oliver, A. Pentland y F. Bérard, «LAFTER: a real-time face and lips tracker with facial expression recognition», Pattern Recognition, vol. 33, nº 8, pp. 1369-1382, 2000. 

  2. N. Oliver, E. Horvitz y A. Garg, «Layered representations for human activity recognition», Proceedings of the Fourth IEEE International Conference on Multimodal Interfaces, Pittsburgh, PA, USA, 2002. 

  3. N. Oliver, B. Rosario y S. Pentland, «A Bayesian computer vision system for modeling human interactions,» IEEE Trans. Pattern Anal. Mach. Intell., vol. 22, nº 8, pp. 831-843, 2000. 

  4. N. Oliver y A. Pentland, «Graphical models for driver behavior recognition in a SmartCar», Proceedings of the IEEE Intelligent Vehicles Symposium 2000, Dearborn, MI, USA. 2000. 

  5. N. Oliver y F. Flores-Mangas, «HealthGear: a real-time wearable system for monitoring and analyzing physiological signals», Proceedings of the International Workshop on Wearable and Implantable Body Sensor Networks, Cambridge, MA, USA, 2006. 

  6. J. San Pedro, D. Proserpio y N. Oliver, «MobiScore: towards universal credit scoring from mobile phone data,» de International Conference on User Modeling, Adaptation, and Personalization, 2015. 

  7. Bogomolov, B. Lepri, J. Staiano, N. Oliver, Pianesi y A. F. and Pentland, «Once upon a crime: towards crime prediction from demographics and mobile data» Proceedings of the ACM Int Conf on Multimodal Interaction (ICMI), 2014. 

  8. M. Pielot, T. Dingler, J. San Pedro y N. Oliver, «When attention is not scarce-detecting boredom from mobile phone usage», Proceedings of the 2015 ACM International Joint Conference on Pervasive and Ubiquitous Computing, Osaka, Japan, 2015. 

  9. . R. de Oliveira, M. Cherubini y N. Oliver, «MoviPill: improving medication compliance for elders using a mobile persuasive social game», Proceedings of the 12th ACM international conference on Ubiquitous computing, Copenhagen, Denmark, 2010. 

  10. N. Oliver y F. Flores-Mangas, «MPTrain: a mobile, music and physiology-based personal trainer», Proceedings of the 8th conference on Human-computer interaction with mobile devices and services, Helsinki, Finland, 2006.